sábado, 11 de diciembre de 2010

Objetivos futuros

Siguiendo mi camino hacía donde me lleve el destino, me dispongo a pararme a descansar un rato en un tocón situado en medio de un claro. Al mirar a mi alrededor, la luz crepuscular tiñe el cielo y los últimos rayos del carro de Apolo llegan a mi  marronoso iris. Al observar a mi alrededor puedo ver chopos en el  más exterior del claro, es decir, los primeros que puedo observar. Cuando más se adentra uno con la vista al bosque, empieza a observar robles, pinos, abetos,y muchos más que no puedo classificar. Al volver la vista a mis pertenencias veo que han desaparecido las sillas, horrorizado, nervioso y estupefacto me hallo, he perdido lo más valioso que tenía y delante de mis ojos que están empañados por las lágrimas del sufrimiento, la ira y la impotencia.
Me acerco al lugar donde las había dejado y solamente encuentro un trozo de metal, un chip supongo, es lo único que queda de la 1era silla, de las otras 2.... ni rastro, se evaporaron. En fin... cambio de planes, ya tengo un rumbo a seguir, encontrar las 2 sillas y al ladrón y...esa luz que se ve en el bosque y que se va alejando cada vez más, quizá me sirva como primera pista.

1 comentario:

  1. [u]Al mirar a mi alrededor, la luz crepuscular tiñe el cielo y los últimos rayos del carro de Apolo llegan a mi marronoso iris[/u]
    Wow! me he sentido bañada por ese amarillo anaranjado del cielo y tenía ganas de dormir entre las palabras de la historia y no volver a despertar!
    :)

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