Nubes de incertidumbre

Acabo de llegar a la pradera, hay algo diferente en ella, no se si se debe al cielo nublado que impide que el astro rey nos ilumine o alguna otra causa. Sea lo que sea, ya lo descubriré, de momento, me sentaré aquí a esperar al dueño de su cuaderno, y a hojear alguna de sus hojas si me lo permite.

Como si el librillo tuviese vida propia se ha abierto dejando sus páginas al descubierto. Estoy viendo como, su autor está escribiendo algo, bueno, veo como aparecen las letras delante mio. Tengo tanta curiosidad por saber que pone que no puedo contenerme en leer su contenido.

"Incertidumbre"  octubre 2010

Querido diario, llevamos muchos años juntos, quizá, sepas que quiero escribir antes de hacerlo ya que me has acompañado durante todos los cambios que han ocurrido en mi vida, pero, igualmente, quiero dejar constancia en tus suaves páginas aquello que siento ahora.

He conocido a un chico, es un chico algo raro y la gente me ha ido susurrando al oído cosas repugnantes sobre él que no escribiré para no ofenderte. Ojala esos labios que me hicieron llegar tal información fuesen desconocidos, así pasarla por alto y solamente tener mi propia visión de ese chico para evitar conflictos. Pero no, son conocidos, alguno de ellos casi amigo se podría decir, por ello, no puedo menospreciar lo que me han contado La gracia es que las 2 fuentes de información se contradicen, ya que, mi propia visión me dice que fue un chico amable, sincero, cariñoso y que me ha robado un trozo de mi corazón. Por otro lado, me lo tachan de muchos calificativos negativos y antónimos de los que he escrito antes, por ello, en parte, no quiero enamorarme de alguien que no se como es, para evitar daños mayores en un futuro incierto y no muy lejano(...)

Mientras acabo de leer estas lineas, las nubes, como si hubiesen escuchado el relato de aquel joven, empiezan a llorar, por ello, creo que debo buscar un lugar donde refugiarme. Cierro los ojos, me imagino una gran sala de dos alturas, de planta rectangular, con una única puerta, pero señorial, de roble me atrevería a decir, y con muchas ventanas, situadas hacía el oeste para que los rayos del atardecer entren por ellas. Al abrir los ojos, me encuentro dentro de esa gran estancia, tiene columnas de mármol verde, que llegan hasta la segunda planta, donde aguantan el peso de unos pasillos que me ayudaran a alcanzar esas estanterías, de momento vacías pero que intentaré llenar con el tiempo.

 En medio de la sala inferior, hay una enorme mesa, yo diría que caben 6 personas, pero en ella solo hay 4 sillas, cada una diferente a las otras, y cada cual más extravagante que la anterior. La primera está formada por lo que parecen ser componentes electrónicos, puedo ver algún disco duro y alguna placa base entre sus patas, aunque es cómoda ya que tiene 2 cojines blandos, no se para quien será esta silla. La siguiente silla, está enfrente de la primera, está hecha de lo que parece ser madera, pero si uno se fija bien, acaba viendo, algunas cuerdas, algún que otro traste de guitarra, un par de baquetas y está adornada con notas musicales pintadas con mucho cuidado, como si  el mismísimo Michelangelo las hubiese pintado. Al lado de esta silla, se encuentra otra, parecida aunque diferente, en esta, creo que se encuentran todas las artes reunidas en un mismo objeto: literatura,  música, teatro, fotografía, cine, y artes plásticas; a diferencia de la segunda, que solo contenía música, esta tiene una máscara reposando  en la silla, a la espera de su visitante. Me encuentro algo cansado, por ello, me sentaré en una silla, que creo que es la que me corresponde ami, hecha de buena madera, simple pero robusta, en cuyo respaldo se puede ver una bandera, aunque no identifico cual es y unas letras que ponen " todo lo que sueñes se hará realidad, sino, mira a tu alrededor" me dispongo a sentarme en ella, a dormir, dejar volar mi imaginación y dejar el libro sobre la mesa.